viernes

Camino

No sé qué ocurre, si es que yo verdaderamente soy un caso a parte, especial, diferente... pero normalmente a las personas su camino les parece un largo recorrido el cual a veces tiene algún que otro bache o escaleras que las tendrán que conseguir pasar con más fuerza, pero es que parece ser que yo me encuentro en una montaña tan empinada que ni si quiera puedo poner un pie en ella, me caigo. Ciertamente no todo me va mal, pero los pequeños detalles son los que no me dañan, los grandes me matan. 
Ahora que lo pienso no es que precisamente me pasen muchas cosas malas, pero sí una o dos, personas importantes que están siendo dañadas y que no sé por qué permito esto, tengo que actuar, no puedo ver a gente que sufra sin haber hecho nada por mi parte para ayudarlos, si no tiene solución, yo ya he puesto todo lo que podía, les apollaré en todo pero, lo siento, no soy una virgen ni una diosa que haga milagros. 
Lamento haber defraudado a todas esas personas que se esperan algo más de mi estos días, parece que estoy de los nervios y tengo esa sucia costumbre de hablar demasiado cuando estoy intranquila y es cuando nadie me escucha y yo digo ¡a la mierda! Me olvido de las posibles consecuencias, pierdo mis sentidos y mi cabeza empieza a flotar junto a mis palabras que salen como balas que les darán en el pecho a todo aquel que me saque de mi lugar. Bueno, volviendo a la tranquilidad, no quiero hacer daño a todas esas personas que me vienen justo en el momento que el mínimo punto me altera, pero lo siento, no soy perfecta.

¿Qué hay aquí, una pared invisible? Parece que no puedo seguir por aquel camino tan perfecto, ni si quiera lo veo, en fin, esperaré impaciente que alguien abra esta puerta, ya que yo sola no puedo. 













Laura

martes

Dejarse llevar


Hacía tiempo que no me pasaba esto, que nada me hacía daño, parece que todo lo que me pueda herir o afectar no lo noto, es como una gran barrera que he formado yo sola totalmente impenetrable. En estos momentos de seguridad absoluta decido dejarme llevar e intentar que todo vaya más rápido, así a la hora de que esta gran barrera se derribe tenga de nuevo un salvavidas, puede parecer mentira, ¿cómo no me iba a doler ese tipo de apuñaladas que te dan en la espalda tus supuestos amigos? Pues no, no es mentira, es cierto, me han dado ya unas cuantas y no he derramado ni una sola lágrima, lo que es un récord para mi ya que con todas las apuñaladas que me he llevado últimamente debería estar muerta. 
Parece mentira, incluso yo me quedo perpleja al pensar que después de no hacer nada todo me vaya tan bien, al parecer todo ha subido cuesta arriba como si fuera un camino totalmente hacia abajo. 
Me he tapado los ojos con una venda invisible y dejaba que el viento y las voces me guiaran hasta mi destino y parece ser que he dado justo en el clavo, he acabado donde quería estar. Sinceramente fue muy fácil, pero no es mi culpa si el destino me lo quiere dejar a mano, a lo mejor después de tanto sufrimiento tiene un poco de piedad.

Ahora, después de haber pasado por el mismo momento me toca a mi ser la que imparte enseñanza, esta vez soy yo la que tendrá que espabilar al personal, pero con cuidado, no vaya a renunciar. Puede parecer tarea fácil, pero creo que entenderé el manojo de nervios que se cogía mi anterior jefe a la hora de enseñarme las cosas más importantes de lo que llamamos vida, bueno, lo más importante no pero es algo que mientras mejor sea, más beneficioso será para el futuro y para tus siguientes alumnos o compañeros de trabajo. Te deseo suerte mi querido personal. 

Cerraré los ojos y seguiré mi camino sin miedo a tropezar hasta el momento que tenga que abrir los ojos para ver la belleza del paisaje, mi vida. Esperaré ansiosa.

















Laura

lunes

¿Nada que pensar? Diviértete.

ヽ(゜∇゜)ノ Eeeeyyyy sexy laaaaaadyyyy
ヘ( ̄ー ̄ヘ) Op
(ノ ̄ー ̄)ノ Op
(〜 ̄▽ ̄)〜 Op
〜( ̄△ ̄〜) Op
(☞゚∀゚)☞ Oppa Gangnam Style!

sábado

El futuro se acerca

Mientras veo el tiempo pasar miro hacia lo que viene y veo a alguien irse, pero no solo en el futuro sino que estoy viendo precisamente ahora como poco a poco se va alejando sin la más mínima señal de que le importe, parece que se lo toma todo a broma que no le importa si me duele algo o si me molesta. La verdad es que ya me estoy planteando muchas cosas pero bueno, no sé, estoy demasiado confusa ahora, se me están acumulando muchas cosas en esta pequeña cabeza y no doy a basto, pueden que sean una o dos pero son enormes como el cielo azul. Cojo aire y pienso, puede que se solucione, pero siguen pasando los días y me duelen cada vez más sus palabras, parece que se aleja con más fuerza, no es si es porque simplemente me está preparando para el futuro o que ya no quiere seguir conmigo, que le acompañe en este odioso camino por el que le he acompañado durante mucho tiempo, a veces lejos, otras cerca, pero aunque no lo sepa, yo siempre estuve allí. 
Tengo miedo, de perderle, de que después de tantas promesas todas se vayan volando como si se tratara de pájaros libres, sé que las promesas son para romperlas, pero no es justo romper un corazón que ha sido fiel a ti durante tanto tiempo, no sé...

No sigas haciendo más grande este agujero, por favor, creo que ya tengo suficiente con lo que me espera.


















Laura

viernes

Rebuscando

Sinceramente hay cosas que no me duelen, cosas que paso por alto que no me producen ningún tipo de daños, ya que lo que me ha enseñado la vida me tiene totalmente acostumbrada, pero hay algunas cosas que me gustaría pasar por alto pero es que no son tan fáciles, son cosas que me llevan arrastrando desde mi infancia, situaciones que me ocurrieron que no me gusta recordar todos los días pero que es inevitable que te vengan de vez en cuando a la cabeza. Inspecciono en mis recuerdos cada mísero día que llegaba a mi casa con una bomba que sonaba ya a punto de explotar, mis padres para colmo no era nada poco fuera de lugar que me regañasen por algo, llegaba a mi habitación y era ahí cuando ya estallaba, me hinchaba a llorar y es que aún todo aquello que me hizo llorar todos los días de mi dura infancia me duelen, hay momentos, palabras, situaciones que me recuerdan a lo que me ocurría, desde aquel entonces creo que ya no soy la misma, la verdad no creo que haya cambiado a peor, pero la verdad es que en aquellos tiempos yo era independiente, no necesitaba a nadie conmigo para poder seguir mi camino pero es que ahora miro a mi al rededor y necesito a alguien que me lleve de la mano, alguien que me ayude pero que no dude que siempre estaré ahí con ella.
Hay momentos en los que me discriminan, me dicen que no les interesa lo que les digo, pero es que esas personas no saben lo duro que es que NADIE, NUNCA les haya escuchado decir sus grandes aventuras, sus vivencias, lo que le ocurría, están acostumbradas a ser escuchadas, pero yo nunca lo fui, que va, yo siempre me escondía detrás de las personas y cuando sacaba el valor para decir algo ahí estaba alguien para decirme "eh tú, callate que quiero hablar yo". Ciertamente puede parecer que me enfado muy rápido, pero no, esto arde desde demasiado tiempo nunca he podido decirle a nadie lo que sentía, de hecho una vez lo intenté, ¿y qué conseguí? Nada. Dijeron que era cosa de niños, que ya se les pasaría y otras mil y una historias más que al fin y al cabo no eran más que unas sucias mentiras, pero lo mejor de esto (sí, tiene su parte buena), es que desde pequeña, aunque fue duro, la vida me enseñó lo que me deparaba, aunque fuera a palos para abrir los ojos, yo nunca fui igual que nadie, siempre quise serlo no ser el "bicho raro", pero es que lo intentaba y ya me gritaban que no tenía personalidad, ¿qué quieren que haga, tirarme por un precipicio? No gracias. La verdad es que no sé como he llegado a este punto de mis recuerdos, todavía hay veces que vuelvo a mis memorias y sigo enfadada por toda esa gente que no movió ni un solo pelo por ayudarme cuando lo necesitaba, pero doy gracias a ello porque soy quien soy, solo pido que no me lo hagan más, ya la vida me enseñó esa lección.

No sé qué me pasa que hay cosas que son irresistibles de evitar, necesito gritarlo. Son viejas melodías que siguen tocando en el fondo de un viejo instrumento abandonado.













Laura