viernes

Felicidad

Solemos tener la felicidad de uno en manos de otro, pensando que nos sostendrán para siempre y que nunca nos marchitaremos, pero eso no sirve, nos debilitaremos igual, la única diferencia de esto es que nos están agarrando. Cuando cogemos una pequeña hoja de una flor, por muy fuerte que la agarremos para que no caiga, no evitaremos que la hoja se corrompa, solamente evitaremos el dolor de la caída.

Crecer, caer y morir, siempre nos veremos con manos al rededor pero nunca nos ayudarán lo suficiente como para aguantar nuestro último aliento.













Laura

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